Día del Carmen: una historia entre nombres, heridas y amor. Por Vicente Martín

Cada 16 de julio celebramos el Día del Carmen, un nombre que guarda en sí mismo dulzura, carácter y una fuerte conexión con las raíces. En Reencuentro, Carmen no es solo un nombre más: es el nombre de una madre marcada por el pasado, una hija que guarda silencio y una mujer que, sin quererlo, ha levantado muros donde alguna vez hubo amor.

Carmen, la madre de Ana e hija de Adela, representa a tantas mujeres que aprendieron a protegerse desde la herida. Su historia no es fácil de contar ni de juzgar. Amó una vez, y fue rechazada. Se marchó a Madrid con su hija en brazos, con el corazón roto y un futuro incierto. Desde entonces, levantó su propia forma de fortaleza: firme, algo rígida, pero con una coraza que, tal vez, solo necesita ser comprendida.

Este Día del Carmen queremos homenajear no solo a nuestra Carmen, sino a todas esas mujeres que han sido madres, hijas, cuidadoras, escudos... Mujeres que muchas veces aprendieron a cuidar sin haber sido cuidadas. Mujeres que, aunque parezcan frías, solo esconden cicatrices no cerradas.

Carmen es dura con su madre, Adela, pero detrás hay una historia que la marcó. Y es ese dolor —no resuelto— el que se proyecta también sobre su hija, Ana. ¿Qué pasaría si Carmen pudiera hablar con su niña interior? ¿Si alguien pudiera abrazarla sin pedirle explicaciones?

Quizá en Reencuentro aún queda espacio para sanar.

Desde aquí, felicitamos a todas las Cármenes. Que este día sea también una oportunidad para mirar hacia adentro, para reconciliarnos con nuestras historias y, como nos recordó el último podcast, para empezar por querernos a nosotros mismos.

Y cerramos este homenaje con una frase de Adela, la madre de Carmen. Una madre que, aunque el tiempo y el silencio la hayan separado de su hija, nunca ha dejado de quererla:

"Yo solo quiero que sepas, Carmen, que aunque la vida nos haya llenado de silencios, mi corazón no ha dejado de latir por ti, ni un solo día."

Feliz Día del Carmen.