Duende: la magia de lo que permanece.

Duende: la magia de lo que permanece

Hoy quiero compartir algo muy especial.

Duende ya es una realidad. Su presentación oficial será el próximo 27 de noviembre, una fecha que elegí con el corazón: el cumpleaños de mi padre.

Cuando comencé a escribir esta novela el pasado mes de abril, mi intención era hacerle un regalo. No uno material, sino algo que quedara para siempre: una historia nacida desde la bondad, los recuerdos y la magia de las personas que marcan nuestra vida. Pero la vida, a veces, da golpes duros y silenciosos. Todo fue muy rápido, y mi padre se marchó antes de lo esperado.

Aun así, hubo algo que me reconforta profundamente: pude leérsela. Él fue la primera persona que escuchó Duende. Quizá no llegó a tenerla entre sus manos, pero sí la sintió con el corazón. Y eso, para mí, vale más que cualquier presentación.

Durante un tiempo, perdí la ilusión de publicarla oficialmente. Me costaba mirar esas páginas sin que me doliera el alma. Pero entendí que Duende no debía quedarse guardada: habla de la vida, del amor, de las raíces y de la bondad que se esconde en las pequeñas cosas. En parte, también cuenta su historia, la de un hombre querido por muchos y que siempre demostró su cariño visitando, ayudando y escuchando.

En Duende faltan aún muchos nombres, muchos amigos y familiares que él hubiera querido ver reflejados. Pero mi deseo es seguir escribiendo, seguir creando novelas y podcast —en Voces del Reencuentro— para que en cada historia haya un pedacito de quienes amamos. Porque la familia siempre está primero, incluso cuando la vida nos lleva por caminos distintos.

Hoy, al compartir Duende, quiero que la magia de la sierra, los valores que transmite y el espíritu de quienes nunca se rinden, lleguen a quienes la lean o la escuchen.

Porque las historias que no se cuentan… se pierden.

Así que, si estás leyendo esto, llama a tus padres, a tus abuelos, a esa persona especial. Pídeles que te cuenten una historia, y antes de colgar… diles un “te quiero”.

Ellos lo agradecerán más de lo que imaginas.

Y como suelo decir en mis podcast…

Cuidad de vuestros corazones, mis pequeños duendes.

Vicente Martín López (Vizenzo)